Vida Privada de Los Árboles, La

Verâonica tarda, Verâonica se demora inexplicablemente y el libro sigue hasta que ella regrese o hasta que Juliâan estâe seguro de que ya no volverâa. De eso va La vida privada de los âarboles: de la noche larga y tal vez definitiva que Juliâan pasa esperando que su mujer regrese, que el libro termine. Hacia el final de esta, la segunda novela de Alejandro Zambra, Juliâan desea ser una voz en off, un coleccionista de historias ajenas; quiere escribir y no ser escrito, pero esperar es dejarse escribir: esperar es seguir una constante deriva de imâagenes. Entonces la historia comienza mucho antes de esa noche âultima, tal vez una tarde de 1984, con la escena de un niäno mirando televisiâon. Y termina con las inevitables conjeturas sobre la vida de Daniela, la hija de Verâonica, a los veinte, a los veinticinco, a los treinta aänos, cuando ha pasado mucho tiempo desde que su padrastro le contaba historias sobre los âarboles.ÅPor quâe leer y escribir libros en un mundo a punto de quebrarse? Esta pregunta ronda cada pâagina de La vida privada de los âarboles, una novela que vino a confirmar a Alejandro Zambra como uno de los escritores mâas interesantes de las nuevas generaciones; una novela que (S0 (Bnos plantea una lâinea argumental delgada y breve, detrâas de la cual se pue den visualizar ramificaciones espesas como en un espejismo de bosques (S1 (B: lo dice Margarita Garcâia Robayo en el epâilogo a esta nueva ediciâon, un epâilogo que es la crâonica del descubrimiento que aâun aguarda a quien se acerque a las pâaginas de este (S0 (Bpequeäno libro enorme (S1 (B. (S0 (BEn La vida privada de los âarboles encontrâe la constataciâon de lo que sospechaba que podâia ofrecernos la escritura mâas allâa de la escritura... Por fin estaba frente a un autor que escribâia para llegar a ese lugar que no estâa hecho de palabras. Y te llevaba con âel. No conozco un talento mayor. Ni en la literatura ni en la vida (S1 (B(Del epâilogo de Margarita Garcâia Robayo). (S0 (BLa vida privada de los âarboles es un pequeäno clâasico de la literatura latinoamericana -pequeäno por su tamaäno, que no por su hondura y alcance. Los libros como este nos recuerdan que la experiencia de la lectura puede seguir siendo una experiencia ligada de manera profunda a nuestra vida y no una mera sucesiâon de minutos y frases concatenados por una mente ajena (S1 (B(Valeria Luiselli).