La propuesta para el fin

Al principio del universo, cuando aun era muy caliente para que la vida sostuviera una oportunidad de perseverar, aun cuando era seguro asumir que nada viviría lo suficiente para reproducirse, preservar memorias o compartir conocimiento. En aquel entonces nada se sabia, nada se conocía y no se podían definir ni los sentimientos más básicos, sin embargo entre todos los escenarios posibles que podían salir de un hoyo negro tragándose un planeta por millones de años, el único improbable sucede, el evento no pasa desapercibido por la fuerza de su acontecer, tal vez la única vez que un evento de destrucción masiva es evitado, pero por nada más que la causalidad y fuerza de eventualidad ejercida, no se trata de un milagro, sin embargo el ser o no ser no afecta que la vida apareciera como testigo del entendimiento primero, la realidad se ve forzada a crear una sensación constante asociada a un cuerpo especifico, en pocas palabras la primera instancia de vida en el universo, y las repercusiones que ello tiene a travez del tiempo.