Esencia de las Analectas de Confucio

Hay libros que marcan una temporada y son catalogados como "bestseller", otros sobrepasan épocas y perduran cientos de años y son considerados "joyas de la literatura", pero los hay que se mantienen eternamente a través de la historia de la humanidad y se convierten en textos imprescindibles y de consulta cotidiana, por cuanto marcan el quehacer social y adquieren la cualidad de "excepcionales", son muy pocos y dentro de ellos se encuentra, por supuesto, la Biblia, y este del que escribimos hoy: Lun Yu o más conocido en occidente como Las Analectas. Esta similitud de aceptación social en el caso de la Biblia: ambos testamentos, el nuevo y el viejo, a lo largo del tiempo, para algunos pueda tener su explicación en la esencia religiosa de su contenido, también otros libros semejantes en cuanto a referirse a otras religiones han mostrado mantener su vigencia a lo largo del tiempo, tal es el caso del Corán, entre otros. En todos ellos hay contenido dogmático, historias con enseñanzas, y sobre todo, un profundo sentido humano y ético, lo que implica que aquel que hojee sus páginas sienta fortalecida sus virtudes y la esencia moral de su conducta. Salvo en algunas partes, todos estos textos, sobre todo en el nuevo testamento, el humanismo desborda cada una de sus páginas y uno siente como propio el dolor de Jesús en el calvario. Pero al fin y al cabo se trata de un texto religioso que no es el caso de las Analectas, donde independientemente de algunos aspectos relacionados con las ceremonias rituales, el duelo y culto a los antepasados, la esencia del libro gira en torno a una doctrina de carácter ideológico, relacionada con una de las figuras humanas más complejas y carismáticas de la humanidad: el sabio, maestro y filósofo chino Kung-Fu-Tsu, dado a conocer en el mundo occidental como Confucio.